domingo, 20 de diciembre de 2015

Star Wars: El Despertar de la Fuerza

Sinopsis: 30 años después de los acontecimientos de El Retorno del Jedi, la Primera Orden (antes llamado El Imperio Galáctico) continúan su labor de conquistar la galaxia entera, esta vez liderados por el temible Kylo Ren. Un Stormtroopers, bastante particular , llamado Finn deserta ante las ordenes de la Primera Orden  y escapa junto a un piloto llamado Poe Dameron. Esta nueva aventura le llevara a conocer a la recolectora de chatarra Rey y juntos se involucrarán con la Resistencia y formarán parte de la invaluable misión de encontrar al ultimo Jedi de la historia.  


Star Wars: El Despertar de la Fuerza, la película más esperada del año (y quizás la más esperada en muchos años) llegó a Valera y no pudieron consentirnos más porque no podían. Compramos la entrada con un día de anticipación al estreno, pudimos verla en 2D y además, ¡subtitulada! Esto es un regalo inmenso tomando en cuenta que los Blockbuster siempre llegan con el audio alterado por el doblaje y en 3D. Y claro, es la única opción en materia de cine en la ciudad de las siete colinas.

Las expectativas con respecto a esta cinta, que inicia una nueva etapa en la franquicia creada por George Lucas, eran altas y la película estuvo en las nubes desde el inicio. 

Lo nuevo y viejo en un trascendente viaje

Los nuevos protagonistas, nuevos héroes de la historia, son una merecida y bien escogida generación de relevo. Daisy Ridley como Rey, John Boyega como Finn, Oscar Isaac como Poe Dameron y por supuesto la incorporación del entrañable robot BB-8. Es la reformulación del equipo de amigos aventureros que vimos en la primera trilogía y que jamás vimos consolidarse en la segunda. Personajes diseñados para ser parte de este inesperado reto: románticos, graciosos, simpáticos en pantalla y profundamente temerarios. Los actores logran interactuar de manera muy fluida, logran una convincente relación entre ellos y se conectan magistralmente con los héroes veteranos.

Harrison Ford como Han Solo, Peter Mayhew como Chewbacca, Carrie Fisher como Leia, Anthony Daniel como C3PO, Kenny Baker como R2D2 y claro, Mark Hamill como Luke Skywalker. Vale decir que son efectivamente los mismos personajes 30 años después, con sus pesadas y acumuladas vivencias a flor de piel; y rescato enormemente la dignidad con la que fueron puestos en pantalla. No son apariciones casuales, cameos o ganas de cumplir un simple capricho. Son leyendas de cine contemporáneas, tienen sus momentos de peso y J.J Abrams, sabiendo esto, siempre justifica con especial equilibrio narrativo sus apariciones en pantalla.

Adam Driver es Kylo Ren, sin duda un poderoso e intimidante villano. Perfecto relevo de Darth Vader (incluso es una amenaza mayor). Y al igual que este último, con profundos y emocionales secretos que lo llevarán por un sendero doloroso que no logra eludir, característico de un Sith.

Orquestando la dirección y propuesta visual 

Ahora, centrándome en el trabajo de J.J Abrams, está de más resaltar su estupendo trabajo. No es una cinta perfecta, pero el director logra generar el mismo efecto de emociones en crescendo de la primera trilogía. Cuida que la historia la proteja un aura nostálgica, pero al mismo tiempo busca recordarnos que así como el pasado forma parte del presente el futuro sigue siendo importante. No solo para defender el bien de las perpetuas amenazas del mal, sino para honrar la labor de los héroes del pasado y construir un camino digno a los que vendrán. En este sentido, creo que es la metáfora que más contundencia tiene la película. 

Otro elemento que me sorprendió gratamente fue el respeto por el maquillaje y los titiriteros para recrear los alienígenas y criaturas del espacio. Hay personajes muy bien diseñados a través de computadora: como Snoke, interpretado por el ya profesional en esta herramienta virtual, Andy Serkis y Lupita Nyong’o como Maz Kanata. Pero llenar la pantalla del recurso digital hace que las películas pierdan esencia y verosimilitud. El Despertar de la Fuerza nos recuerda que los efectos especiales deben ser usados en su justa medida y que poblar las escenas con tantos personajes y paisajes elaborados a computadora sólo produce un agotamiento visual de la estética del film. 

La película es predecible en muchos casos, es cierto, pero cuando se revela lo que esperamos no perdemos la capacidad de asombro. Esto se debe a la forma en la que está hecha la película; sin ser pretenciosa en su argumento pero dándonos la suficiente carga dramática y aventurera para divertirnos y pasarla bien mientras vivimos la experiencia Star Wars. 

Uno de los mejores regalos de navidad. La nueva saga inicia con buen pie; esperemos que su caminar siga teniendo ésta decidida, segura y firme manera de relatar. Hollywood, ya hace varios años, bombardea mundialmente las salas de cine con remakes, spin off, secuelas y precuelas innecesarias. Esperemos que este respeto que se le ha tenido a los fans (y la audiencia en general) con El Despertar de la Fuerza sea una lección para la gran industria de occidente y el interesado público.



Trailer:




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