jueves, 10 de marzo de 2016

Spotlight (2015)

Sinopsis: Basada en hechos reales, esta es la historia de cuatro periodistas del Boston Globe y su trabajo de investigación que reveló, en el 2002, evidencias ocultas por parte de entes legales, gubernamentales y la Iglesia Católica, para ocultar una amplia lista de sacerdotes inmersos en actos de pedofilia. 


Spotlight es una cinta que no conserva las características icónicas del resto de las nominadas a los pasados Premios de la Academia. No como Mad Max y The Revenant, que son films en los que se encuentran elementos únicos que las distinguen enseguida. Ya sea por su diseño artístico, el cuidado estético y de profundidad de sus personajes, la fotografía, etc. Quizás por eso fue un poco sorpresivo que ganara el Oscar a mejor película.





Cine, periodismo y verdad

Lo realmente importante de Spotlight es el tema que se compromete a narrar. Quizás sus personajes no sobresalgan demasiado (obviando el trabajo de Mark Ruffalo y Stanley Tucci; a mi parecer los más relevantes), pero esa sed apasionada de acercarse a la verdad los hace notarse en pantalla. 

No es un documental, la historia quizás no está contada al pie de la letra, pero Spotlight es hija de cintas claves y comprometidas, como Todos los hombres del presidente (1976), que nos recuerdan que el periodismo es una profesión delirante, entre otras cosas, por su incansable esfuerzo por acercarnos a la verdad y, por qué no, el reclamar justicia. 

Otro ejemplo también lo es State of Play (2009), en donde vimos por primera vez a Rachel McAdams como periodista. Quisiera agregar brevemente que no sentí que su actuación fuese tan significativa como para una nominación. No es mala pero tampoco es abrumadoramente resaltante; como deberían ser los nominados en estas categorías. Sigo pensando que Charlize Theron debió ser reconocida por su trabajo en Mad Max: Fury Road (2015). 

Spotlith reivindica un tema que está de más decir que es controversial. La gala de premios estuvo orientada al tema racial, pero la película ganadora alza su voz ante el abuso sexual a menores perpetrados por sacerdotes. Quizás sean temas distintos, pero ambos coinciden en ser claros ejemplos de injusticas que hoy en día se siguen combatiendo. En el caso de Spotlight, el punto es simple, la Iglesia (junto a otras instituciones y personalidades cercanas a ella) se lava las manos (tal cual Poncio Pilato), de los crímenes que miles de sacerdotes han cometido. ¿Cómo lo hacen? Lo ocultan, lo ignoran. 

“No se puede condenar a la Iglesia por unas manzanas podridas”; parafraseo una de las frases de la película. La verdad es que esas “pocas manzanas” resultan ser hectáreas y hectáreas de cultivos de una conducta retorcida que permanece vigente y que la Iglesia ha manejado de la forma más hipócrita posible.

Al mismo tiempo la cinta enfoca su mirada a la auto critica que se hace el diario, quien había recibido (años antes de que se conociera el tema) varias e importantes denuncias de parte de las victimas. Sencillamente hicieron a un lado el tema. Meterse con la Iglesia depara demasiada energía y el Boston Globe no estaba preparado, o interesado, al momento de recibir  dicha información. La espera cobró un alto precio.

Repito, Spotlight es una cinta que puede no tener esa iconografía que la hace memorable, pero su tema, abordado con sobriedad y tenacidad, la hacen una historia indispensable de ver. El artículo fue publicado en aquel 2002 y así la Iglesia quedó al desnudo; este film es la continuidad artística de un trabajo tanto memorable como necesario.




Trailer:

P.D: Gracias por leer, muchacha. 

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